El encanto y la felicidad de «Little Paris«.
La capital rumana, durante mucho tiempo maltratada por los grandes circuitos turísticos, es una ciudad que merece la pena visitar: museos, teatros, bibliotecas, grandes avenidas, edificios históricos y mucha vida nocturna. No es casualidad que el propio nombre derive del término Bucura, es decir, ser feliz.
No te dejará indiferente la belleza del distrito de Lipscani, en el centro histórico: una maraña de callejuelas, tiendas, lounge bars. O Soseaua Kiseleff, una especie de Campos Elíseos. Y de nuevo: el Palacio Real, el espléndido edificio donde se encuentra el Parlamento y Calea Victoriei, una de las calles más de moda.
Entonces, tenga el coraje de hacer las maletas y vaya al corazón de Valaquia: no se sentirá decepcionado.
El Aeropuerto de Bucarest Henri Coanda, también conocido como Otopeni, está bien conectado con los principales destinos europeos. Numerosas empresas conectan la ciudad con las principales capitales, como Ámsterdam, Berlín, Londres, Madrid, Roma y París.
Desde el aeropuerto, el autobús Express 783 (recomendado) conecta el centro de la ciudad y viceversa. Los autobuses circulan de día y de noche y la parada se encuentra fuera de las terminales de llegadas o salidas. Salen aproximadamente cada 20 minutos (40′ por la noche) y tardan un poco más de 40 minutos en llegar al centro. Alternativamente, existe el autobús Express 780 que conecta el aeropuerto con la estación Gara de Nord; desde aquí, es posible tomar el tren para llegar a la ciudad.
En tren, el tren expreso Henri Coanda te lleva a la estación Gara de Nord en aproximadamente una hora.
Bucarest está conectada por tren con las ciudades de Budapest, Viena, Venecia, Sofía, Chisinau, Estambul, Kiev, Belgrado y Moscú. Hay 5 estaciones de tren: Gara Basarab, Gara Obor, Gara Progresului, Gara Baneasa y Gara de Nord; este último es el único al que llegan trenes internacionales y está gestionado por Căile Ferate Române. La información sobre rutas y horarios está disponible en el sitio web oficial de CFR.
Podríamos decir cualquier cosa sobre el sistema de autopistas rumano. En términos de eficiencia, podría compararse con el «Salerno-Reggio Calabria» italiano. Durante uno de mis viajes, a menudo me encontré con desvíos, obras de construcción e incluso abismos repentinos. Sin embargo, un viaje en automóvil siempre es emocionante, especialmente si está a punto de tomar la A1 Bucarest-Pitesti para llegar a Transilvania. Recomendado para los amantes de la aventura.
Sin embargo, nos gustaría señalar que todo el tramo de la autopista es gratuito, a excepción del peaje previsto para cruzar el Danubio por la A2.
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