Ile de la Cité y Ile St-Louis, con sus ocho puentes, unen la orilla izquierda y la orilla derecha del Sena. Son dos áreas exactamente en las antípodas. El primero, caótico y siempre en ebullición con el Palacio de Justicia, la Prefectura, el Tribunal de Comercio; el segundo, donde se respira paz y tranquilidad. El itinerario dura aproximadamente medio día.
Con el Metro, bájese en la parada Pont Marie o Sully-Morland y comience el recorrido, partiendo de la tranquila isla de St-Louis, donde podrá admirar hermosos edificios del siglo XVII. No te pierdas el Hotel de Jassaud en el número 19 del Quai de Bourbon: los frontones de la fachada, el balcón y el portal han sido declarados monumento nacional. En el centro del islote, Rue St-Louis-en-l’Ile es una calle animada y alegre con muchas galerías y librerías.
No se puede perder una parada en «Berthillon», una de las mejores y más famosas heladerías parisinas. Eso sí, te espera una cola inusual, y los precios son bastante caros. No muy lejos, no pasa desapercibida la iglesia, en cuyo exterior se puede ver un reloj, casi como si fuera un cartel.
Cruzando Pont St-Louis se llega a la Ile de la Cité, donde, inmediatamente, aparece la verdadera obra maestra del arte gótico: la Catedral de Notre Dame de Paris. Es, con mucho, una de las construcciones góticas francesas más bellas y armoniosas, con una planta de cinco naves. Una visita a la catedral es obviamente imprescindible para cualquiera que viaje a París, al igual que la Torre Eiffel.
Podrás admirar la fachada occidental con sus portales esculpidos, la Galería de los Reyes, el rosetón y las famosas dos torres, de 69 metros de altura. Figuras grotescas aparecen desde lo alto de la fachada. Son las quimeras, aterradores monstruos mitológicos flanqueados por las sorprendentes ‘gargouilles’, las conocidas figuras sonrientes de Notre Dame. En la parte del crucero encontramos el Portal del Claustro de 1250, la Porta Rossa de 1270, el Portal de St Etienne, los rosetones (incluido el más grande y conocido, el rosetón norte de 13 metros de diámetro). Al llegar a la cima, se puede disfrutar de una vista impresionante.
Tras el grave incendio del 15 de abril de 2019, el edificio y toda la zona circundante están cerrados al público. Las obras de consolidación y seguridad aún están en curso. Solo queda contemplar su belleza desde las callejuelas de la Île de la Cité, desde los puentes del Sena, desde los muelles de la margen izquierda y desde la Île Saint Louis.
Más información en la web oficial.
La Conciergerie, el Palacio de Justicia y la Iglesia Ste-Chapelle se concentran en el pequeño tamaño de la isla. Recomendamos una visita durante su recorrido por Ile de la Cité y Ile St-Louis. Place Dauphine se encuentra en la parte superior de la isla y tiene una forma triangular: aquí encontrará numerosos cafés y bares de vinos para relajarse y hacer una pausa. No te pierdas el Pont Neuf, el puente más antiguo de la ciudad, muy querido por los artistas, y cuyo nombre evoca una película que es una de las perlas del cine: «Los amantes del Pont Neuf».
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